Las tres alegaciones clave de Luizomar para ganar el juicio a la FPV

Las tres alegaciones clave de Luizomar para ganar el juicio a la FPV

Han pasado más de 4 años desde que Luizomar fue presentado con bombos y platillos para encarar el difícil proceso de conducir a la selección peruana de voleibol femenino a los JJ.OO. del 2020.

Lamentablemente, el desenlace de esa historia fue una catástrofe que hasta hace unos días volvió a arrasar con todo a su paso y puso a Gino Vegas y su nueva directiva entre la espada y la pared.

Como bien sabemos, a la toma de poder de Pilar Gónzales le siguieron una serie de “reformas”, entre ellas la intención de “nacionalizar” el voleibol peruano. Para ello hizo algo verdaderamente tirado de los cabellos y que, hasta el día de hoy, muchos califican como el más grande de sus errores.

En marzo del 2018, ya con todo el peso del voleibol peruano sobre sus hombros, la presidenta acompañada por su brillante directiva, viajan rumbo a Brasil para reunirse con Luizomar y “analizar” el contrato que él tenía con la FPV.

La reunión no es productiva, y pese a que una semanas antes Pilar Gonzales había firmado la carta de convocatoria de selección nacional hecha por Luizomar de Moura, los llamados salvadores del voleibol regresaron a Lima sin entrenador; pero como el plan de nacionalización no acababa con solo despedir a Luizomar y los brasileños que lo acompañaban, todos altamente calificados, decidieron cerrar con broche de oro y contratar a un DT, quien por sus venas solo corría sangre peruana. Así es como inicia el proceso de Carlos Aparicio, aunque esa decisión, no es importante ahora.

Luizomar de Moura Presentado como DT con el presidente del IPD, Diana Gonzales, presidenta de la FPV y Natalia Málaga
Luizomar de Moura Presentado como DT con el presidente del IPD, Diana Gonzales, presidenta de la FPV y Natalia Málaga

El juicio en la FIVB

Al verse Luizomar  desamparado por la FPV y las leyes peruanas, recurre a la única institución que podía ayudarlo en estos casos, la Federación Internacional de Voleibol (FIVB).

El 16 de octubre de 2018, la FPV es informada sobre la presentación y alegaciones de Luizomar en la Comisión Legal de la FIVB y es invitada a dar su descargo. Entre las alegaciones, Luizomar exigía se le reconocieran las 42 meses de contrato y se le pagara lo correspondiente, además de una indemnización por los gastos legales.

Por su parte, la FPV respondió que era IMPOSIBLE que Luizomar tuviera un contrato a 42 meses ya que, ante el Instituto Peruano del Deporte (IPD), solo se pueden presentar contratos por un año, por lo que el brasileño había finalizado su contrato en noviembre de 2017 (craso error).

Además, explican que ellos habían viajado a Brasil, ofreciéndole rehacer el contrato (obvio que querían bajarle el sueldo), pero que De Moura no había aceptado dicho ofrecimiento.

Meses después, Luizomar y su abogado responden, diciendo que el contrato de seis meses (o por un año) que se había firmado, es real, pero que había sido hecho solo para que el IPD aceptara el financiamiento, y se renovara cada año por seis meses más hasta llegar al 2020.

Pilar Gonzales, asume después de Diana Gonzales
Pilar Gonzales, asume después de Diana Gonzales

Las tres claves: 

Si bien es cierto, el contrato de 4 años o 42 meses nunca existió, hubieron otro tipo de pruebas que demostraron que Luizomar realmente sí había sido contratado por un periodo de 4 años.

Primero, las notas de prensa de su presentación, así como su propio contrato, decían que Luizomar venía para clasificar a la selección peruana a los JJ.OO de Tokyo 2020, incluso el mismo IPD presentó de esta manera al brasileño a su llegada. Obviamente, se contradice, con lo alegado, de que el IPD no reconocería que el entrenador vino por 4 años.

Segundo, para la FIVB resultó irrisorio creer que el contrato de Luizomar se haya firmado solo entre Diana Gonzales (en ese entonces presidenta)  y él, y que su directiva no hubiera estado informada de cómo se realizaría el contrato. Recordemos que Pilar Gonzales, era la vicepresidenta.

Tercero, si para noviembre de 2017, Luizomar ya no era el entrenador, así como afirmó la FPV ante la FIVB. ¿Por qué entre los meses de diciembre, enero, febrero y marzo, él podía seguir haciendo uso del departamento y carro que la FPV le entregaba? ¿Por qué pudo coordinar una serie de partidos amistosos para el 2018 con la selección argentina? y ¿Por qué en marzo, Pilar aprueba y firma la convocatoria enviada por él?

¿Qué pasará ahora?

La FPV tiene ahora un problema muy grande, según la nueva directiva que preside Gino Vegas, no estaban enterados de cómo iba el juicio, y el pago de más de medio millón de soles al brasileño debe hacerse antes del 01 de setiembre, o sea en menos de 15 días.

La FPV podría apelar a la decisión ante la FIVB, (tienen solo 14 días desde el 02 de agosto para haberlo hecho), y en caso vuelva a dar un resultado favorable a Luizomar, incluso podría ir al Tribuna de Arbitraje Deportivo (TAS), pero lo cierto es que solo sería seguir pateando el caso, para ver si con suerte la otra directiva lo soluciona.

Perú se enfrenta ahora ante una posible suspensión de la FIVB, sanciones monetarias, y quizá lo más obvio la caída estrepitosa del voleibol peruano.

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